jueves, 28 de febrero de 2013

La danza del cambio


Estaba releyendo el libro de Peter Senge “La danza del cambio” de hace ya unos cuantos años. En él se hace referencia a cómo crear organizaciones abiertas al aprendizaje y pude comprobar que los conceptos básicos del libro siguen plenamente de actualidad.

Cuando miremos adelante veinte o treinta años...¿espera alguien que esos próximos años sean menos turbulentos? ¿llegarán momentos de sosiego y tranquilidad?. Dados los cambios que se esperan en tecnología, biología, medicina, valores sociales, demografía, medio ambiente y  relaciones internacionales, ¿cómo será el mundo?. No se sabe, pero si hay una cosa que parece razonablemente segura: que retos continuos seguirán poniendo a prueba nuestra capacidad colectiva de hacerles frente. Si no repensamos nuestras empresas no tendremos alivio de nuestras actuales dificultades. Creciente turbulencia que produce nuevas tensiones; más desconexión y competitividad interna; gente que trabaja más en lugar de aprender a trabajar mejor y problemas cada vez más insolubles que escapan a cualquier individuo u organización.




Por un lado, es cierto que muchos directivos buscan el cambio en sus organizaciones. Lo hacen con miras muy distintas: unos buscan la compañía aceleradora, visionaria o inteligente; otros la innovadora, viva, adaptable o transformable. Ensayan calidad total, reingeniería de procesos, borrar fronteras, alianzas estratégicas o planificación por escenarios. Buscan crear organizaciones abiertas al aprendizaje, pero en el fondo de lo que están tratando, es de responder rápidamente a los cambios externos y de pensar en el futuro de una forma más imaginativa. Quieren dejar en libertad el talento y entusiasmo natural de sus empleados. Esperan poder acercarse a sus clientes. Con todo esto se proponen dar forma a su destino y así alcanzar a largo plazo un mayor éxito financiero. 

En cualquier caso, son alternativas de gente que busca, que persigue su visión de empresa. Tendrán sus fallos. Puede que algunas de esas deficiencias sólo se vean después de algunos años, cuando descubran el lado débil de sus supuestos. Es imposible prever en qué medida de éxito alcanzará el esfuerzo realizado, pero si es sumamente improbable que sin cambios organizacionales las empresas se puedan mantener en el futuro.

Por otro lado y en el sentido inverso, siguen existiendo empresarios, muchos de ellos en el segmento de la pyme, que ni tan siquiera se han puesto a pensar que va a ocurrir en este futuro incierto. Cómo le va afectar a su organización y cómo su pequeño barco podrá navegar en esos mares turbulentos, ni en qué dirección deberá guiar su nave. Piensa que las aguas tornarán a su cauce y que con ir realizando pequeños cambios tecnológicos en su empresa seguirá capeando el temporal porque siempre vendrán tiempos mejores. En el fondo, no está seguro, pero quiere creérselo, porque probablemente en el fondo, está ya agarrotado. 

Y tú ¿de qué equipo eres? ¿qué ganas con el cambio? ¿Y qué pierdes con el cambio?


4 comentarios:

  1. En la teoria del cambio hay mucho de ciencia ficción; creo que en la empresa, en demasiadas ocasiones el cambio es un objetivo en si mismo y nadie se ha molestado en valorar si el cambio es a mejor; y lo que es mas grave, las consecuencias de que lo que se este planteando sea un cambio que sea realmente a peor sin que sea percibida esta grave situación.

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  2. Lo único que es una constante en el mundo es el cambio. Queramos o no, el mundo,la sociedad, las personas, la naturaleza,....van a cambiar. Qué hago entonces? Me sumo a la danza del cambio o me quedo quieto? El éxito del cambio es planificarlo y anticiparse al futuro.

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  3. En el fondo lo que subyace es la cuestión de cómo afrontamos la vida (también la personal).
    ¿Queremos tener el control (hasta donde se puede tener el control) y decidir lo que queremos que nos pase (manera proactiva) o queremos ser víctimas propiciatorias de los que deciden los demás (manera reactiva)?
    El cambio no es un objetivo, es una necesidad.
    Cómo decía alguien (no consigo recordarsu nombre) es imposible 'seguir igual'. Si no vas mejor, entonces vas peor!

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  4. Gracias Ernest.
    Totalmente de acuerdo con tus comentarios.
    Por lo tanto, es importante que cuando lleguen cambios nos encuentre siempre
    prevenido.
    Un abrazo

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